En esta ocasión nos hallamos simplemente, en uno de los paisajes más impactantes de la costa gallega…
Hoy os llevamos a recorrer a Costa da Vela:
Comenzamos junto a la hiper famosa caracola, A Buguina, escultura del cangués Lito Portela, donde ya iniciamos otra ruta publicada en nuestro Blog, (Monte do Facho y Punta do Couso)… aquí encontrarás un amplio aparcamiento y un panel informativo acerca de la ruta que vamos a realizar. Lo cierto es que ya incluso antes de comenzar, el cuerpo y el alma nos piden pararnos un buen rato a empaparnos de ese paisaje tan conmovedor…
Empezamos a caminar, pero a muy pocos metros, hacemos un alto para ir hasta el observatorio de fauna que se encuentra allí mismo y al que se accede por una estrecha senda, y desde donde se pueden observar cormoranes, gaviotas patiamarillas…
Y después de visitarlo, volvemos de nuevo a la pista principal y arrancamos, que lo estamos deseando… la pista que nos lleva a los faros va siempre paralela a la pista para coches, y es que nosotros habíamos recorrido en numerosas ocasiones esta costa pero siempre en sobre cuatro ruedas. Y también en numerosas ocasiones, habíamos soñado hacerla caminando para poder disfrutar a cada paso de esta imagen sublime y respirar profundamente ese aroma a mar y a pinos que nos envuelve…
A este paisaje no se le puede pedir más, y es que aparte de caminar divisando el gran Océano azul a tus pies, el verde de la vegetación y el olor a agua salada, nos regala la oportunidad de contemplar la Isla de Ons si volvéis la cabeza hacia atrás…
Y las Islas Cíes, que comienzan a asomarse de entre los pinos:
Hay ocasiones en las que poco puedes decir, porque el paisaje, ya lo dice todo:
Después de caminar un buen rato, aparecerán a vuestra derecha los Faros, a los que estamos deseando llegar, y lo hacemos por ese camino descendente:
A menudo nos paramos para disfrutar de la paz que nos transmiten las bellas panorámicas y sus intensos colores:
Nos dirigimos primero a Cabo Home, dejando a nuestra izquierda el Faro de Punta Robaleira, de color rojo, después iremos hasta él:
El sendero que conduce a Cabo Home, es muy bonito también, y en un día tan luminoso como éste, la verdad es que era un sueño caminar por él:
El Faro de Cabo Home fue construido en 1853 y tiene una altura de 17 metros. Posteriormente se le añadió una sirena debido a la intensa niebla, muy persistente en esta zona.
¿Sabíais que Cabo Home es el punto de tierra firme más cercano a las Islas Cíes? Desde allí parece que están a tiro de piedra, y también allí verás algunos seres dibujados en las rocas:
Una vez que ya hemos visto el Faro y su bello entorno, debemos regresar por el sendero de nuevo, pero muy cerca de allí, visitamos esta «furna», un enclave que nos parece espectacular, ya que es un estrecho paso de rocas sobre el mar donde deberéis tener especial cuidado, sobre todo si vais con niños y/o perros:
Ahora si que ya volvemos sobre nuestros pasos y nos encaminamos hacia el otro Faro, mucho más bajito que el otro y de color rojo:
En las rocas de Punta Robaleira siempre se pueden observar cormoranes secando tranquilamente sus alas al sol o atentos y dispuestos a saltar al agua para buscar alimento:
Poco después retomamos el camino y tomamos rumbo las famosas playas de Cangas… Las vistas, con un paisaje menos escarpado y más tranquilo, nos siguen pareciendo de postal, o de póster:
Esta senda nos llevará hasta la primera de ellas, la de Melide:
Bajamos a la arena y allí fue donde aprovechamos nosotros para darnos un baño, a pesar de ser ya casi noviembre, y donde también comimos:
Es éste uno de los arenales de la península del Morrazo más concurrido en verano, y como veis, tiene un bar de madera junto a las pasarelas de acceso.
Por ahí justamente es por donde subimos hasta la pista principal, por donde se llega al Faro de Punta Subrido:
Desde él, amplias vistas a la ría de Vigo; la verdad es que está en un enclave privilegiado! Una pena que el Faro esté tan pintarrajeado con grafitis y pintadas…
Bueno, desde ahí, tomamos la pista ancha, y poco después del aparcamiento de coches, tomamos un camino estrecho rodeado de eucaliptos a nuestra derecha que desciende guiándonos hasta la antigua fábrica de salazón de Punta Fuxiño:
Desde allí, la vistas y el color del agua también son inolvidables:
Y ya divisamos la playa nudista de Barra:
Un extenso arenal rodeado de una naturaleza casi virgen y con una ubicación privilegiada donde bajamos de nuevo un ratito:
Ahora caminaremos entre campos de cultivo, pequeños viñedos y unas discretas dunas medio ocultas entre la vegetación:
Y ya el último tramo, es entre las casas y callejuelas del pueblecito de Donón, que nos conducen de nuevo al aparcamiento donde empezamos unas horas atrás este bonito paseo, con unas de las vistas más impresionantes de todas las rutas que hemos hecho…
Si os apetece, una vez aquí podeis acercaros hasta el monte Facho, muy cerca de la Caracola. Nosotros en esta ocasión no subimos, pues ya lo habíamos hecho en otra ruta que sale también desde este mismo lugar y va hasta Punta Couso, así que os dejamos aquí toda la información y las fotografías de ese otro día:
Según miráis al mar, debéis coger el camino ancho de tierra que arranca a vuestra derecha, en el que a menudo hay caballos pastando que hacen que el paisaje sea más espectacular y perfecto todavía:
Más tarde, a mano izquierda encontraréis un caminito empedrado y estrecho que sube hacia el Monte do Facho:
A medida que ascendemos, iremos viendo piedras sueltas que un día formaron parte de la muralla y del poblado en el que vivieron durante siglos varias civilizaciones diferentes. Y veremos también las construcciones que un día fueron viviendas y talleres.
Sobre el siglo III surgió aquí un templo de peregrinación religioso con influencias celtas. Así lo testifican las 174 aras encontradas dedicadas al dios Bero Breus, desconocido hasta que se hicieron las excavaciones.
Caminando entre los restos del castro y de las murallas, llegamos al puesto militar de vigilancia de los siglos XVII y XVIII, al que se refiere el topónimo del Facho y del que queda el testimonio de la garita, de forma circular.
La palabra “facho” significa en gallego antorcha, y el término “donón” era una palabra celta que significaba recinto de piedra. Su aspecto actúal es del siglo XVIII, pero fue construido sobre un antiguo faro romano o quizás prerromano, que formaba parte del sistema de aviso defensivo costero, en el que se hacía una hoguera con paja para que soltara una gran nube de humo y pudiera ser divisado a lo lejos, como ocurre en otros muchos puntos clave de la costa.
Desde allí arriba podrás contemplar una impresionante vista de las Islas Cíes y Cabo Home e incluso Cabo Silleiro, que te dejará con la boca abierta.
Todo este paisaje que divisas a tus pies, está catalogado como espacio protegido dentro del espacio Red Natura 2000 y es posible que se incluya en el Parque Nacional das Illas Atlánticas.
Bueno, después de ver bien el Monte do Facho, bajamos de nuevo por el camino por el que subimos y regresamos a nuestro punto de inicio.
FICHA TÉCNICA:
Dónde: en Donón, Costa da Vela, Cangas
Señalizada: no
Circular: si
Duración: 3 horas 30 minutos
Distancia: 9 km
Dificultad: fácil
Consejo: bastón para la bajada pronunciada para acceder a la antigua fábrica de salazón