¿Recuerdas que ya hicimos otro tramo de la Ecopista portuguesa? En el anterior (De Valença a Cerveira) llegamos a la Praia da Lenta. Puedes tomar este nuevo tramo desde allí o desde el mismo centro del pueblo, en el parque de O Castelinho, que se encuentra al sur del mismo, en la orilla del río. Nosotros decidimos empezarlo ahí mismo, ya que, con perros es más incómodo ese trozo intermedio puesto que va paralelo a algunas carreteras, aunque con no mucho tráfico.
El Parque de O Casteliño es muy apetitoso tanto en verano como en invierno: el trazado sinuoso de la Ecopista que transcurre en él lo hacen encantador…
Empezamos la marcha río abajo, donde encontraremos varios bancos para descansar, pequeños puentes, y alguna que otra playa.
También algunos embarcaderos:
Es un paseo dulce y tranquilo en el que el paisaje te deleitará en su máximo esplendor, sea cual sea la época del año.
Por cierto, que en invierno, resulta perfecto para los paseos matinales si hace solete, y en verano, se agradece la sombra de los árboles que te irás encontrando por las tardes…
Es ideal para hacer en bici, con niños y con perros, puesto que no hay ningún peligro para ellos, y tienen el agua del río siempre cerca y accesible para beber y/o refrescarse.
Después de caminar un buen rato, verás cómo aparece a tu derecha un par de islas en medio del río. La más grande y la primera en aparecer es la isla de A Boega, que aunque no lo parezca, vista desde la montaña que da cobijo a Cerveira, donde está el Ciervo, tiene forma de corazón, por lo que también se le llama Isla dos Amores.
Y un poquito más adelante, verás una segunda isla, más pequeña y cercana a tierra firme, que protege a diversos barcos que permanecen en el agua en la temporada estival.
Vas a llegar a un punto donde ya aparecen las primeras casas y hay un panel de información de la Ecopista. Aunque parezca que se acaba ahí, todavía puedes caminar un poco más entre las casas y en nada llegarás a la playa da Mota. Como ya os habréis dado cuenta por otras rutas, Cusca y Petra se vuelven locas al ver la arena y se ponen a correr y a «luchar» como locas.
Me encanta verlas disfrutar tanto!
Y aquí se acaba nuestro recorrido de hoy. Nos queda regresar por donde hemos venido, pero es tan chulo el paisaje, que aprovechamos para seguir disfrutando de él.
Cuando llegues de nuevo al Parque de O Castelinho, podrás disfrutar con calma de todo lo que éste te ofrece. Para empezar, hay un parque infantil enorme, un mini golf, pistas de baloncesto, banquitos para descansar, muchos de ellos con mesitas para comer, alquiler de cars, rocas para hacer escalada, el Aquamuseo del río Minho, baños públicos, una charca con ranas y un sin fin de cosas más. Además en verano, ponen en funcionamiento un parque acuático con multitud de chorros de agua, chafarís, y demás artilugios para refrescarse y divertirse a lo grande.
También se puede acceder a una pequeña isla por un llamativo puente amarillo. Además, hay dos grandes barcos que forman ya parte del paisaje de Cerveira: uno de ellos es de la Marina portuguesa, y el otro, de color blanco, era el antiguo Ferry que funcionó levando pasajeros de un país a otro hasta que construyeron A Ponte da Amizade., que comunica este bonito pueblo con Goián, enfrente, en España. Pues bien, a veces, este antiguo Ferry funciona como bar, aunque últimamente, por desgracia, no es así.
En Una Ruta Cada Día, seguro que ya lo sabes, estamos enamorados de VilaNova de Cerveira, por bonita y por pequeñita pero grande al mismo tiempo por su alto movimiento cultural, no en vano, allí se celebra la famosa Bienal, una exposición de arte que se realiza cada dos años, como su propio nombre indica, desde 1978. Pero es que además, a lo largo de todo el año, son los mismos comerciantes los que decoran su pueblo tocando diferentes temáticas y materiales… Te recomendamos si o si, un cafecito en alguna de las terrazas de la plaza de la Iglesia y callejear entre sus pequeñas rúas e ir viendo esas tiendas tan peculiares que te encontrarás en cada rincón.
Y como colofón, te invitamos a subir hasta el «Cervo», símbolo del pueblecito, de ahí el topónimo de «Cerveira», que luce orgulloso en lo alto de la montaña y desde donde alucinarás con la panorámica: Cerveira, el Miño, Goián, la Isla de A Boega (verás como si parece un corazón) el Monte Tecla y allá a lo lejos la desembocadura y el Océano, libre ya…
FICHA TÉCNICA:
Dónde: en Vila Nova de Cerveira, Portugal.
Dificultad: fácil, perfecta para hacer con niños, en bici y con perros
Señalizada: no, pero no hay pérdida, puesto que es seguir simplemente la Ecopista
Circular: no, volvemos por donde fuimos
Distancia: 7´89km desde o Parque do Castelinho (ida y vuelta)
Tiempo: 1 hora 22mins (ida y vuelta)
Consejos: preferiblemente en las mañanas de invierno, para que te dé el sol y las tardes de verano, para que los árboles te den sombra.
Mapa: