Aquel fin de semana empezó aquí:
En esta casona tan grande como entrañable y acogedora:
es la Casa Penaquente, en Ortigueira.
Cuando la conocimos, nos enamoramos de ella y decidimos visitarla. Y lo cierto es que no nos defraudó. Al contrario: lo primero que hicimos fue recorrer todos sus rincones y sus detalles, cuidados al máximo por Irene, su encantadora dueña. Nos hallamos en la casa familiar que con tanto mimo restauró y hoy lleva adelante con ilusión.
Nos encantó, para empezar, el nombre de las habitaciones: Souto, Carballeira, Toxal, Bimbeal, Xesteiral, Aceibeiral, y la nuestra, Fraga, preparada para personas con movilidad reducida, con baño adaptado y acceso directo al exterior, ya que está en la planta baja y es perfecta por ello, para acudir con tus perros, aunque nosotros en esta ocasión no viajamos con ninguno.
Nos encantó cada detalle y cada rincón de la casa, tanto en el interior como en el exterior; mira qué bonito este porche, cerca de la puerta de nuestra habitación que da al jardín:
Y a la estupenda piscina, en la que nos dimos un baño refrescante para ir a la ruta con muchas más ganas!
Y comenzamos la ruta… una ruta que hacía tiempo queríamos hacer…
Nos desplazamos a O Porto de Bares, a unos kilómetros de Penaquente, y allí, en el mismo puerto, empezamos la ruta. Antes de nada decir que, aunque tiene mucho asfalto, se camina por unas carreteritas estrechas por el medio del monte por las que no te encontrarás apenas tráfico, así que si vas con perros, ésto no va a ser un problema.
Desde el aparcamiento que hay en el puerto, sube una carretera que va hacia el mar, y donde pronto nos encontraremos un mirador con un lavadero desde donde obtendremos unas preciosas vistas de la isla Coelleira, y del mar que aquí ya es Cantábrico, y de la hermosa costa lucense:
Seguimos ascendiendo, (los primeros kilómetros requieren un pequeño esfuerzo) entre carreteras estrechas, como te digo, que atraviesan bosques de eucaliptos. Son los más aburridos de la ruta. Te encontrarás con un cruce en el que aparece señalizado un Hotel de la Naturaleza, antiguo semáforo de Bares, desde el que disfrutar de una magnífica panorámica de la Ría do Barqueiro. Puedes ir hasta él, si te apetece, pero nosotros decidimos continuar el camino hacia la costa, ya que nuestro mayor interés estaba en el Cabo de Estaca de Bares en sí y varios alicientes que éste encerraba. Desde este mismo punto en el que la carretera se bifurca, ya puedes contemplar a lo lejos, el Faro.
Caminamos más y, un poco antes de llegar a él, a mano derecha se abre un camino de tierra que baja hacia el mar. Lo primero que te vas a encontrar es una pequeña casita que es una Estación Ornitológica. De hecho, al acercarnos, pudimos comprobar cómo un grupo de aficionados permanecían atentos con sus equipos en busca de algún ave o algún habitante del mar al que observar. Es éste un punto en el que se ha contabilizado el paso anual de más de 280.000 aves migratorias que cruzan el Mediterráneo, el Atlántico y el Ártico. De todas destaca el alcatraz atlántico, la pardela pichoneta y cenicienta, además de que se pueden observar también, ballenas…
Increíble espectáculo que nos regala la Naturaleza, no te parece?
Después de haber pasado un rato intentando reconocer alguna especie, seguimos nuestro camino, pues a pocos metros de la Estación, se encuentra un conjunto de molinos de agua, curiosamente, al borde de los acantilados, formando un curioso paisaje:
Y el mar, siempre, con sus colores espectaculares!
Caminamos unos metros más, y de nuevo, a la derecha, aparecen estas ruinas de una antigua base militar de telecomunicaciones norteamericana, que afea bastante, por cierto, ese paraje tan rico en patrimonio etnográfico, cultural y natural.
Así que seguimos adelante para visitar uno de los elementos más interesantes de este sendero: el Faro.
Estás ante el faro más septentrional de la Península Ibérica, justo donde el mar se divide en dos: a un lado el Cantábrico y al otro, el Atlántico.
Justo aquí:
Desde el Faro puedes descender hacia las rocas y estarás un poquito más al Norte todavía. Las vistas desde allí son magníficas!
Después de permanecer unos minutos en este punto tan importante geográficamente hablando, y único en lo paisajístico, decidimos continuar y estaremos ya volviendo hacia nuestro punto de inicio, cerrando así, esta ruta circular. Por la carretera de vuelta, miramos hacia atrás y vemos a lo lejos, la luz ya encendida, del Faro.
A pesar de que habían transcurrido menos de 3 horas desde que iniciamos el sendero, el tiempo había cambiado radicalmente: si al comienzo, el día estaba despejado y hacía calor, ahora estaba gris y más fresco. En este último tramo, si vas con perros, debes llevarlos atados, pues caminarás por la acera de la carretera de acceso a O Porto de Bares, y en esta zona si hay tráfico. Cuando llegamos al pueblo, nos encantó callejear y ver sus casitas blancas, las terrazas, los hórreos…
Y después de haber conocido cada calle, volvimos a Casa Penaquente, donde pudimos disfrutar de un reparador descanso.
Y al día siguiente, por supuesto, un rico desayuno:
Nos gustó muchísimo el zumo, las mermeladas, el bizcocho hecho por Irene, y esa vajilla tan linda! Nos gustaba todo de la casa, seguro que a ti también; si quieres reservar para conocerla, ya sabes: Casa Penaquente.
Y llegó el momento de irse. Teníamos en mente varios puntos cercanos por visitar, pero fue la propia Irene, la que nos recomendó visitar el puerto de su pueblo, Espasante, y allá nos fuimos, y si que era bonito, si!
Otro de los lugares que queríamos ver y que está relativamente cerca era éste: San Andrés de Teixido, ya sabes que… «vai de morto quen non foi de vivo» así que nosotros ya no tendremos que ir, jajaja
Pero si hay un lugar al que no podíamos dejar de ir, ese era Loiba, con sus sorprendentes acantilados…
Y su banco,
«el más bonito del mundo»
Lo conoces, no? Este banco se hizo muy famoso hace unos años cuando escribieron en él la frase «The best bank of the world». Además, el fotógrafo Dani Caxete recibió una mención especial en la sexta edición del Earth and Sky Photo Contest on Dark Skies Importance, un prestigioso concurso que premia los cielos nocturnos más bellos del mundo. Las fotografías deben incluir también la tierra.
Podríamos recomendar muchos otros puntos de interés a visitar por la zona, pero no acabaríamos nunca! Así que es mejor que vengas ya a conocerla personalmente, y nosotros vamos ahora con la ficha técnica de la ruta:
FICHA TÉCNICA:
Dónde: en Estaca de Bares, Mañón, A Coruña.
Dificultad: fácil
Señalizada: no
Circular: si
Distancia: 8’24kms
Tiempo: 3 horas
Consejos: es una ruta con mucho asfalto: la primera parte no tiene apenas tráfico, pero el último tramo si, por lo que si llevas perros, debes atarlos más que nada en esa etapa final.
Mapa: