Brujas? Lobos?
Lo que os voy a contar, no es un cuento: ocurrió de verdad…
Esta vez vamos a realizar una ruta con encanto y con un cierto sabor a cuento y a misterio…
Son muchas las rutas que llevamos en Ourense este último año, y todo gracias a las casitas que disponemos en Requeixo, que es un pueblo situado en el corazón de esta provincia gallega, por eso ahora , queremos invitaros a que las conozcais para lo cual hemos decidido ofrecerlas como casas de alquiler vacacional , para que también podais disfrutar de estas maravillosas rutas y de este paisaje virgen y apenas conocido . Supongo que ya recordareis este lugar , ya que os hablamos en diversas ocasiones, pues hicimos varias rutas que parten desde allí mismo:
De Requeixo a Forcadas y O Seixo, macizo central ourensano
Antes de narraros la ruta, os vamos a mostrar algunas imágenes de
Las Casitas de Requeixo, para que las conozcáis.
Ésta es » A Casa do Pastor», de hasta 5 plazas y con todo lo necesario para pasar un fin de semana (o el tiempo que queráis) como en vuestro hogar. Aquí podéis ver algunas imágenes:
Próximamente estará también disponible «A Casa das Montañas», en las imágenes, escalera y porche de acceso (nevada en invierno), y las vistas desde allí, (en primavera)
En la zona de Chandrexa de Queixa, donde se hallan las casas, existen numerosas rutas de senderismo, y además está muy cerca de la Estación de Esquí de Cabeza de Manzaneda. También podréis realizar actividades como observación de fauna (corzos se ven todos los días, aves rapaces, zorros e incluso lobo) y dar paseos en canoa por el embalse:
Así que primavera, verano, otoño e invierno, nos ofrecen numerosas actividades de lo más entretenidas en la naturaleza que nos rodea, que por cierto es Red Natura 2000.
Pero vamos ya con la ruta propiamente dicha:
Empezamos nuestro recorrido en el panel que nos informa de la ruta, junto a la carretera, frente la Casa Consistorial de Celeiros, no tiene pérdida.
Descendemos levemente por un camino que cruza el pueblo donde nos encontramos con los primeros elementos de valor etnográfico que impregnan ya de un sabor muy apetitoso a la ruta:
Ese sabor apetitoso continúa por la senda verde que nos va alejando del pueblo, ofreciéndonos unas vistas encantadoras:
Desde aquí tendréis una bella panorámica de la zona y podréis contemplar el embalse de Chandrexa de Queixa:
Y del pueblo de donde salimos, Celeiros:
Llegamos ahora a una zona sin árboles y caminaremos rodeados de retamas blancas en flor:
El camino se hace ahora de asfalto y llegamos a la carretera, que debemos cruzar para continuar caminando por la pista de tierra que se abre a pocos metros de nosotros:
Nos enamora el paisaje que nos rodea, con sus contrastes de relieve y de colores:
Por el camino nos paramos a observar la vegetación, como estos perales silvestres y rastros de animales, como esta huella que pensamos, podría ser de corzo (moneda de 20 céntimos), habitante de estas tierras:
Llegamos a un riachuelo que debemos cruzar pero no nos resulta fácil, debido a su caudal, así que debemos buscar una alternativa a unos metros de allí, por medio de campos y muros…
Eso si, las perras lo agradecieron muchísimo por el intenso calor de ese día.
Ascendemos durante un rato por este camino entre retamas amarillas. En ocasiones encontrarás flechas verdes como la de esta imagen, que te ayudarán a guiarte sin pérdida. Poco después encontraremos las primeras viviendas y a los primeros habitantes de Parafita:
Aquí podréis beber y refrescaros en esta fuente de agua cristalina y rica, donde Cusca, además, aprovechó para conocer a los peludos del pueblo;
Cruzamos Parafita…
Y ya al final nos encontramos su iglesia…
Y su cruceiro…
Vaya colorido!
Ahora caminaréis por una pista de tierra que nos aleja del pueblo y una vez que giréis a la izquierda, (justo por donde toman Greta y Petra), empieza a descender hacia el río:
Como veréis, siempre tendremos frente a nosotros el pico del Chao:
Y llegamos por fin al río, una zona bonita donde refrescarse. (En realidad el sendero te lleva por un camino que hay unos metros antes, pero nosotros decidimos hacerlo por aquí para no perdernos este rincón tan especial)
Desde aquí, cruzamos el río, la carretera y llegamos a este otro punto donde podréis hacer un pequeño descanso y/ o comer o merendar, puesto que hay mesas donde hacerlo cómodamente, mientras contempláis el río, su bonita «pontella», y la poza y cascada que allí se forma. Quién sabe si además, podréis daros un baño también!
Al abandonar este punto, caminaréis por este encantador camino:
Cerca de allí encontraréis estas canalizaciones y estos peculiares molinos de agua:
Descendiendo por este resbaladizo camino…
…llegaréis a Casteligo:
Nos encantan su fuente y sus viejas casas, muchas de ellas a punto de desmoronarse; pero hay una que nos atrae poderosamente por su belleza y por su triste estado de abandono:
Es la rectoral, que se muere, silenciosa, de pena…
Como todas las rectorales, se halla al lado de la iglesia, la cual, por cierto, se quedó encajonada entre el cementerio y las casas del pueblo:
Pero además de estas maravillas arquitectónicas olvidadas, hay una casa en Casteligo, que veréis en la zona más alta, que destaca por su peculiar añadido moderno. Es la casa del «Lobo de Queixa». Pero… quién es este misterioso personaje? En el pueblo y en los alrededores todos hablan de él, todos le recuerdan todos tienen anécdotas que contar, unos, buenas, otros, no tanto…
El Lobo de Queixa fue prestamista, médico, abogado, y acabó por ser alcalde de Chandrexa. Fue además una persona muy influyente al que acudían los vecinos del pueblo siempre que necesitaban algo: bien fuera un trámite burocrático o dinero.
Sobre la puerta de su casa y antigua sede municipal, se puede apreciar este detalle grabado en la piedra:
Pero debemos seguir avanzando, pues todavía nos queda mucho por caminar, por conocer, por ver y escuchar…
Abandonamos Casteligo todavía intrigados por la figura del Lobo de Queixa…
Pero el paisaje vuelve a atraparnos una vez más. Nos gustan las curiosas formas rocosas que encontramos:
y las marcas de ruedas de carro que nos transportan a un pasado no muy lejano, o quizás no tan pasado…
De repente, aparece ante nosotros uno de los puntos clave de la ruta: este recién rehabilitado puente y esta cascada:
Extraños seres nos salen al paso…
Continuaremos ahora caminando tan ricamente por este camino verde que nos enamora y nos parece de cuento…
Y llegaremos a otro riachuelo que forma aquí una pequeña poza donde los perros no dudaron en darse un buen baño de nuevo:
A partir de aquí empezamos a subir y el camino nos deja unas preciosas panorámicas de la zona:
Pero además de estas lindas vistas, el camino nos reservaba estos dos interesantes rastros de animales: en la primera foto se ve clarísimamente la huella de un jabalí, ya que marca sus cuatro dedos y por el tamaño se sabe que pertenece a este suído. La segunda fotografía tenemos algunas dudas de qué podrá tratarse. En ambos casos la moneda es de 20 céntimos:
Seguimos nuestro ascenso, y nos encontramos con este punto de agua donde alguien ha dejado una escoba hecha con xestas (retamas) a la antigua usanza, lo que nos recuerda a…
Las Brujas de Vozqueimado!!!
Habíamos oído hablar en varias ocasiones de ellas, pero aquí, justo en el pueblo donde vivieron, conocimos su verdadera historia gracias a los vecinos que, por cierto, nos invitaron a unos refrescos que aceptamos de lindo gusto. Los vecinos nos contaron que una tía y una sobrina se aficionaron a la lectura de un libro mágico que describe distintos rituales para invocar al demonio y combatir el mal de ojo, adivinar lo oculto y diversos remedios mágicos como hechizos de amor etc , este libro según nos dijeron estos vecinos que entrevistamos, era «el ciprianillo». Su obsesión por este tipo de rituales se hizo tan desmesurado que se convirtieron en personas extrañas y trataban de evitar cualquier acercamiento con los vecinos, los cuales las miraban como seres extraños por sus manías y sus reacciones…
Por ello, entendimos mejor el poema de Paz Andrade, que estuvo exiliado, como ya os dijimos, en Requeixo, muy cerca de aquí, y que plasmaba en su obra:
As bruxas de Vozqueimado
deixan as basoiras fóra,
para tomar enmeigado
ao que camiña a deshora.
Lobo na sombra enfoulado
que cando aos bultos oubeas
pos o silenzo esgazado,
feito farrapos de tea.
Sobre estas líneas podeis ver la vieja casa de las brujas de Vozqueimado. Después de la agradable charla, continuamos viendo esta aldea en la que hay un curioso y estrecho «carreiro» o caminito entre muros de piedra por donde cabe apenas una persona y que nos lleva hasta la parte alta del pueblo. Desde allí, obtenemos unas hermosas vistas de la pequeña capilla dedicada al culto de San Cosme y San Damián, y detrás de ésta, el paisaje de montaña que tanto nos gusta:
Arriba visitaremos esta fuente-abrevadero y algunas casas en ruinas que en sus tiempos debieron ser espectaculares:
Abandonamos Vozqueimado y nos encontramos, una vez más, otro punto de agua con su «basoira de bruxa» depositado junto a él:
Pronto encontraremos la carretera, en el punto donde horas antes la dejamos, ya que esta ruta tiene forma de 8. Ahora queda este pequeño tramo por asfalto, que aunque tiene esta característica que lo hace más incómodo si vas con perros, pues deben ir atados, la verdad es que la panorámica según lo recorres, es bien bonita: campos verdes, repletos de ganado, las ingentes montañas de Chandrexa y éste último regalo que nos ofrece la ruta, esta modesta pero encantadora capilla, que se encuentra un poco fuera de la ruta (unos metros) pero que no quisimos dejar de visitar:
Y ya, llegamos a nuestro punto de inicio, ahora, punto final.
Si tenéis oportunidad de visitar el pequeño pero interesantísimo museo que está junto a la casa consistorial, no os lo perdáis; en él veréis el bastón de mando del Lobo de Queixa, cuernos de pastor, la reconstrucción de una típica cocina gallega, «pelicos» (prenda confeccionada con piel de animal con la que se protegían del frío los pastores), o la genciana, una planta que aparece en el escudo municipal que servía para curar algunos problemas de salud como el colesterol.
Este pequeño museo constituye un tributo al valor etnográfico de este municipio, no en vano, podemos leer: “Chandrexa de Queixa alberga uno de los legados etnográficos más valiosos del territorio gallego. El Centro de Identidad es sólo una pequeña muestra de este tesoro. La pequeña esencia se encuentra en todos los pequeños pueblos esparcidos por la extensa sierra del Concello”.
Y después de esta interesante ruta, seguro que os apetece descansar en alguna de nuestras casas, daros una ducha y relajaros, así que, ya sabéis, os esperamos en
FICHA TÉCNICA:
Dónde: en Celeiros, Chandrexa de Queixa, Ourense
Circular: si, en forma de 8
Señalizada: si
Dificultad: baja
Distancia: 10,80 kms
Duración: 4 horas 30 minutos
Consejo: tiene un pequeño tramo de carretera; precaución si vais con niños y/o perros. Recomendable bastón.
Mapa: