Esta vez vamos a hacer una ruta algo urbana, pero que no por ello pierde encanto: es el Sendero Litoral Sanxenxo-Portonovo. Es una ruta que alcanza los casi 9kms y es recorrida a diario por numerosas personas. Lo cierto es que nosotros hicimos la ruta a la inversa, es decir, empezando en Portonovo, y exactamente aquí, en la playa de Caneliñas:
Era un precioso día de principios de Septiembre, pero con fuerte sabor todavía a pleno verano, pues había hecho calor en las horas centrales de la jornada, así que después de la playa decidimos salir a caminar en esas horas en que todavía hay luz pero ya no hace calor…
Es por eso que en la playa de Caneliñas quedaban tan sólo unos pocos aprovechando hasta la última luz. Partiendo del panel informativo de la ruta, caminaremos por la acera que se convierte a veces en un fantástico mirador:
Tan sólo unos metros más adelante, encontraréis el Mirador de A Peixeira, con una escultura de bronce, obra de Alfonso Vilar, en una pequeña plazoleta, homenaje a todas las mujeres que se dedican a las faenas del mar y a la venta del pescado:
Seguimos caminando y llegaremos a otro pequeño mirador, (si, otro más!) con varios bancos, lugar perfecto para deleitarse con las vistas:
Y llegamos ya al puerto de Portonovo:
Nos vamos acercando a la playa de Baltar…
Aquí tenemos dos opciones: seguir caminando por la acera, o por estas pasarelas de madera, cosa que hicimos nosotros:
Desde las pasarelas contemplamos la belleza de la playa y de Punta Vicaño, un prominente espacio verde repleto de pinos que separa un arenal del otro:
Llegamos al final de las pasarelas y subimos por una calle algo empinada donde justo al final, encontramos otro de los paneles que nos aportan información acerca de la ruta que estamos haciendo. Justo a la derecha, junto al panel, se abre una senda con un gimnasio al aire libre a la izquierda y un parque infantil a la derecha. Caminamos por ese sendero entre altos y verdes pinos. Estamos en Punta Vicaño, que veíamos antes desde las pasarelas.
En algunos pinos vimos bonitas casetas para los pájaros:
Descendemos levemente y llegamos a uno de los puntos más hermosos de este bonito paseo: el mirador de Punta Vicaño, desde donde contemplamos la ría de Pontevedra en todo su esplendor:
En uno de estos paneles nos hablan del «Afloramiento costero» de la ría. Los afloramientos son movimientos verticales ascendentes de masas de aguas frías y ricas en nutrientes (nitratos, fosfatos, silicatos…) desde el fondo marino hacia la superficie, producidos por vientos que soplan sobre el mar, y responsables de una alta fertilización y mejora de la producción biológica, lo que en este caso provoca un alto rendimiento en la producción de mejillón cultivado en batea.
Desde aquí, tenemos unas hermosas vistas de Sanxenxo, su playa y puerto, y de un montón de barcos veleros y a motor surcando sus aguas:
Seguimos el sendero entre los árboles y volvemos a desembocar en la acera, que al poco, nos sitúa en un nuevo mirador, esta vez sobre la playa de Silgar:
Y a pocos metros, éste otro: éste si porta oficialmente el nombre de «Mirador de la Playa de Silgar»:
Llegamos ahora al paseo de dicha playa, un extenso arenal que está siempre lleno de vida:
Hemos decidido aquí poner fotos a plena luz del sol, puesto que así lucen mucho más tanto el paseo como la playa:
Siguiendo el paseo, lleno de cafeterías y de tiendas que permanecen abiertas hasta altas horas, llegamos a su tramo final, en el que veréis sobre una roca que sobresale del agua una figura alargada: la «Madama de Silgar», obra también, como la «Peixeira», de Alfonso Vilar:
Esta escultura fue donada por su autor a la villa de Sanxenxo en señal de cariño; para elaborarla se inspiró en la mitología celta y simboliza la belleza del mar.
Más adelante, llegaréis a una nueva placita con otra escultura, es el Mirador de Los Deseos:
Este círculo, en el cual nosotros hemos enmarcado la silueta de las Cíes, que se ven allá a lo lejos, es obra del escultor Francés. Fue creada para conmemorar los 400 años de relaciones internacionales entre Galicia y Japón, país donde se instalaría una escultura gemela a ésta.
Justo al lado, la plaza del mar, con su gran Atlante, de 14 metros de longitud, obra de Francisco Leiro, donde siempre hay niños jugando alrededor y sobre él:
Y es aquí donde la ruta deja de ser única y se bifurca: debemos decidir a dónde queremos ir primero: por un lado iremos hasta la playa de «A Panadeira»:
…y por otro, al muelle del puerto deportivo, acabando en el Faro:
Y es así como nosotros finalizamos nuestra ruta.
FICHA TÉCNICA:
Dónde: en Sanxenxo.
Señalizada: si, mediante paneles y señales azules.
Circular: no
Duración: 1 hora 45 min, sólo ida, (la hicimos con mucha calma, parándonos en muchos puntos)
Distancia: 5 kms, sólo ida.
Dificultad: baja, es fácil para hacer incluso con niños.
Mapa:
Cómo llegar a la playa de A Panadeira, en Sanxenxo