Ruta fácil donde las haya con ingredientes muy coloridos, variopintos y apetecibles, nos vamos a Esposende, Portugal, de nuevo a disfrutar de sus playas, del sol, del mar y de uno de sus parques naturales más atractivos, en la desembocadura del río Cávado:
El inicio de la ruta es al pie del puente de la N-13 que nos trajo hasta aquí. Y nada más empezar, ya aparecen los primeros ingredientes que nos atrapan:
lo primero, este bar pirata que nos cautivó. No os cuento ni os muestro mucho. Sólo os digo que os atrapará y pasaréis un buen rato leyendo y observando todo lo que allí veréis. Lo encontramos cerrado, quizás vosotros tengáis más suerte:
Lo segundo: este pedazo columpio que nos hizo sentir como niños!
Y tercero, las vistas desde el puente, el paisaje, los colores:
La ruta está perfectamente señalizada así que no tendréis problema para seguirla incluso sin GPS.
Y nos adentramos ya de lleno en el Parque Natural del Litoral Norte. Es éste un área protegida que se extiende a lo largo de 16kms de costa entre la hoz del río Neiva, en el que ya publicamos la ruta de A Foz do Neiva, y la zona sur de Apúlia, en Esposende. Está formado por playas fluviales y marítimas con arrecifes, dunas, pinares y zonas agrícolas, además de varios riachuelos que desembocan en el mar. Es un área de gran interés natural, estético, paisajístico y cultural, con especial relieve para la preservación de los sistemas dunares.
Empezamos caminando por una pista de tierra que nos llevará hacia estas pasarelas de madera.
Aunque no lo creas, debes ir con los 5 sentidos puestos porque, como ves, te puedes encontrar cualquier cosa circulando por aquí:
Y llegamos al primer «miradouro» sobre el Cávado:
Poco después, este observatorio en el que podrás «esconderte» y probar suerte a ver si se deja ver alguna especie animal de las que habitan, según la época del año, este estuario:
Algunos de los animales más habituales en este área protegida son el cuervo marino, el águila pescadora, la nutria, la anguila y diversos reptiles y anfibios.
Seguimos caminando por los agradables paisajes que nos muestran las pasarelas de madera, que van recorriendo una zona de hermosas casitas y calas de arena clara.
Una vez dejamos atrás las casas, nos introducimos ansiosos en la zona de dunas, que nos parece apasionante:
Sin duda es una de esas rutas en las que caminar se torna un adorable paseo, en la que sin ningún esfuerzo recorres mil paisajes sensacionales:
¿Ves esa maravilla de playa ahí abajo? Pues ahí nos bañamos y descansamos un ratito. Bueno, más que descansar, decidimos parar un poco para disfrutar al máximo de todo lo que la ruta y el lugar nos ofrecía, pues cansados, lo que se dice cansados, no estábamos…
Pero después del bañito, seguimos caminando!
Aquí debes volver sobre tus pasos aunque sólo un poco porque pronto el recorrido se hace diferente:
Ahora, como ves, el sendero discurre por la playa de Ofir, un arenal muy concurrido por amantes del surf…
Como veis, es una extensísima playa, de cerca de 3kms, un paraíso de sol y mar azul que se ve truncada, tristemente, por esos tres edificios que destrozan toda su belleza natural:
Y si llegados a este punto estáis muy cansados, no os preocupéis porque en la playa de Ofir piensan en todo y han tenido el amable detalle de poner un sillón en plena arena, así que, a relajarse un rato al sol!
Unos metros más adelante, el sendero tuerce a la izquierda, abandonando la playa y haciéndonos pasar, cruelmente, por delante de una cafetería llena de gente en la que tuvimos, (no lo pudimos remediar) que parar a tomarnos un helado… mmmmmmmmmmm!
Bien, ahora debemos continuar para bajar las calorías de los helados, claro, ejem…
y lo hacemos por una ancha avenida llena de lujosos chalets y pinos, sobre todo pinos mansos, típicos de las zonas de dunas, como es el caso:
Hacia el final de esta avenida, a la derecha, debes ir a visitar el cementerio medieval das Barreiras, que se encuentra en este solar, rodeado de edificios. Hay varias placas interpretativas acerca de los restos aquí hallados:
FICHA TÉCNICA:
Dónde: en Esposende, Portugal.
Dificultad: fácil, perfecta para hacer con niños.
Señalizada: si (marcas rojas y amarillas, de Pequeño Recorrido en Portugal)
Circular: si
Distancia: 7’6kms
Tiempo: 2 horas 30 minutos
Consejos: apenas hay sombras, así que lleva protección solar y agua para ti y para los perros si es que los llevas (ya sabes que deben ir atados). Si es verano o hace mucho calor, llévate el bañador; no podrás resistirte a sus paradisíacas playas, tanto fluviales como marítimas.
Mapa: