La primera parte de este sendero, ya lo recorrimos hace tiempo en otra ruta: «Recorriendo el Tea por Salvaterra», la llamamos. En ésta, también caminaremos junto al río Tea, pero sobre todo, junto al Miño:
De nuevo, como en la ruta arriba citada, y en otra de nuestras rutas, «La Casa de las Golondrinas», el punto de inicio será el conocido Parque de A Canuda, en Salvaterra de Miño. Recientemente se instalaron en el paseo unos paneles informativos sobre las diferentes rutas que se inauguraron en el municipio.
Muy cerquita de la escultura de la lamprea:
Desde allí, nos dirigimos río abajo, siguiendo las marcas verdes y azules que nos acompañarán todo el camino. Nos adentramos en la senda peatonal, realmente relajante:
Veremos la isla de Fillaboa en medio del Miño:
Caminamos encantados por los cantos envolventes de los diferentes pájaros que están en plena época de cortejo buscando pareja: carboneros, pinzones, verderones…
También nos fijamos en la bonita vegetación: carballos, abedules, fresnos, alisos… y en las delicadas mariposas que adornan la senda:
Llegaremos pronto a la desembocadura del río Tea, y el camino gira a la derecha para caminar por sus orillas. Lo primero que nos encontraremos es este puente azul por donde pasa el ferrocarril:
Nosotros pasaremos por debajo… y enseguida veremos las «estacadas» del río Tea, unas construcciones de madera que se adentran perpendicularmente en las aguas del río, cerca de su desembocadura, para la captura de la lamprea:
Y veremos varias:
Ahora nos toparemos este precioso puente de piedra, el puente romano de Fillaboa, que aunque fue reconstruido varias veces, conserva su calzada original:
Desde allí, obtendremos unas bonitas vistas del Tea:
Y al otro lado, veremos esta estructura de madera realizada recientemente para poder seguir la ruta junto al río por el otro lado, ya que justo ahí se encuentran los muros de la bodega que lleva también ese nombre, Fillaboa:
En esta orilla también hay varias «estacadas»:
Caminaremos un buen rato río abajo junto a los viñedos de la bodega, y de nuevo, pasaremos bajo el puente azul del ferrocarril. Esta vez, nos cuadró justo pasando el tren:
Seguimos nuestro camino, encontrándonos a menudo nuevas estructuras, puentes y pasarelas de madera que se hicieron recientemente para este sendero:
Toca ascender algunos metros:
Que más tarde bajaremos:
Para empezar a caminar de nuevo junto al Miño…
El paisaje se torna cada vez más encantador…
De nuevo hay que sortear algunos desniveles, pero el sendero sigue siendo muy bonito y cómodo de recorrer:
Llegaremos a una zona en la que el camino se hace más ancho…
Y nos iremos encontrando algunas «pesqueiras», éstas son de piedra y suelen tener sus casetas muy cerca:
Y ahora visitaremos tres puntos de lo más llamativos: el primero de ellos, «A Cova dos Pescadores e Contrabandistas» que era un puesto de vigilancia de la Guardia Civil, como muchos otros existentes a lo largo de la vía del ferrocarril y por supuesto del río:
Poco después, «O Pasadizo Refuxio dos Morcegos»:
Y a pocos metros, «O Penedo das Trenzas», también conocido como «Penedo das Panasqueiras» una roca enoooorme de la que cuelgan varios «mechones» de hiedra, de ahí su nombre:
Poco después hallaremos una señal de madera que nos invita a ir, a mano izquierda, a ver el «Parque dos Penedos», al que, por desgracia, no pudimos acceder, ya que la marea estaba realmente alta haciendo imposible su visita, aunque si pudimos verlo desde lo alto del camino. Queda para otra ocasión…
El camino ahora es arenoso, y además de muchos sauces y fresnos, habitan allí numerosas mimosas que ya son unos enormes árboles, invasores, ya sabéis…
También caminaremos durante un buen rato por un eucaliptal donde no se escuchaba ni un sólo trino ni vimos una sola forma de vida… al contrario de lo que ocurre en el bosque autóctono…
Pronto disfrutaremos de la playa o «Arenal de San Mauro»:
Si hace calor el día que hagáis esta ruta, deberíais llevar bañador para poder hacer un alto aquí y refrescaros en las aguas del río, eso sí, siempre con mucha precaución…
Ahora estamos pasando justo enfrente de Lapela, en Portugal, y gozaremos de unas bonitas vistas de su famosa Torre:
Un poco más adelante, se halla una nueva «pesqueira«, ésta la verdad es que es de lo más peculiar:
Caminaremos un poco más…
Y ya pronto encontraremos, junto a esta pasarela de madera y este túnel, el cartel de inicio/fin de la ruta oficial, ya que es lineal…
Pero para nosotros la caminata no acaba aquí, ya que decidimos rematar esta bonita aventura un kilómetro más adelante…
Y es que consideramos que sería una pena perderse lo que viene a continuación: la ribera de Caldelas de Tui, así que seguiremos nuestro camino por esta larga pista de tierra paralela al río…
Desde donde veremos a mano izquierda la «freguesía» portuguesa de Friestas bañada también por las aguas del Miño, y a la derecha, el mítico Balneario de Caldelas:
Al final de esta pista, un parque infantil, donde veremos un panel informativo del PRG-19, que parte junto al Viejo Puente Internacional de Tui y pasa por aquí, (así que si quisiéramos, podríamos llegar hasta allí siguiendo esta senda ribereña:
Y también en este punto, nos toparemos con un enorme merendero, con muchas mesas de piedra donde podremos parar a descansar, comer, merendar… en este lugar se celebra a finales de verano una concurridísima romería, «A Festa da Rocha» donde acuden cientos de personas a comer empanada y gozar de la fiesta en plena naturaleza:
Si continuáis por la senda que va junto al Miño, apacible y cautivadora…
…llegaréis a un lugar mágico, donde, además de reponer fuerzas, podréis tomaros un refresco en su deliciosa terraza de madera:
Y aquí finalizamos nosotros la ruta. Ahora habrá que volver, en coche o caminando, de nuevo a Salvaterra…
FICHA TÉCNICA:
Dónde: en Salvaterra de Miño
Ruta lineal
Señalizada: si
Distancia: 10 km (sólo ida)
Tiempo: 2 horas (sólo ida)
Dificultad: fácil
Consejo: Encontraréis alguna playa donde daros un chapuzón, así que no os olvidéis el bañador!
Mapa: