Esta senda la hicimos ya muchas veces, porque nos encanta, aunque todavía no la habíamos subido al Blog. Pero hoy si, hoy le toca: es una senda bonita, cómoda y además didáctica, os va a encantar! Es la Senda del Río Caselas. Pero es que hay varios tramos diferentes de senda por las orillas de este mismo río, así que vamos a empezar por ésta:
Nos dirigimos al municipio pontevedrés de Salceda de Caselas. La verdad es que hay muchos carteles que nos indican el inicio de las diferentes rutas existentes y es fácil llegar a su inicio. El de la senda que vamos a hacer hoy, en la parroquia de Entenza, está justo al lado de un puente que cruza precisamente por encima del río. Hay un aparcamiento con un cartel a un lado de la carretera y la ruta empieza justo al otro lado.
Bajamos del coche y escuchamos cantar al cuco muy cerca; esto empieza bien!
Nada más bajar por las escaleras, ya encontraremos un molino:
Estamos en O Muíño do Picado, que, según podemos leer allí mismo, es el único de todo el Concello de 3 «moas» (piedras circulares que muelen el grano).
Junto a él podemos leer una placa que plasma la conocida cita que el jefe indio Seattle de la tribu Suwamish escribió mediante una carta al presidente de los EEUU Franklin Pierce en respuesta a la oferta de compra de las tierras de su tribu, que dice así:
«El día en que se queme el último árbol, se seque el ultimo río, y muera el último animal, el ser humano se dará cuenta de que el dinero no se puede comer«.
A muy pocos metros empezaremos ya a encontrarnos con paneles de madera de educación ambiental en forma de cubos giratorios de lo más interesantes. Algunos nos hablan de la fauna, otros de la flora, de hongos… éste en concreto nos aporta mucha información de hongos y helechos, para que nos fijemos, aprendamos y valoremos más todo lo que nos vamos encontrando por el camino…
La verdad es que están muy bien hechos, porque dan información muy interesante sin hacerse para nada aburridos, al contrario, tienen unas ilustraciones tan bonitas que los hacen muy amenos y apetecibles:
La senda es de lo más fácil de hacer, llana y de ensueño, discurre siempre junto al río Caselas, siguiendo siempre sus meandros sinuosos y nos encontraremos bancos de madera para sentarnos a descansar y contemplar el curso de sus aguas…
Pasaremos por algún puente de madera y alguna pequeña presa, también mini playas de arena, a las que irán corriendo felices los perros a beber y refrescarse:
Además de las cristalinas aguas del Caselas, también nos hacen la ruta especialmente agradable la diversidad de árboles: carballos, laureles, alisos, sauces, abedules…
Encontraremos algunos paneles grandes que nos hablan de los pazos de la zona…
Y poco después aparecerá otro puente de madera. Aquí el sendero hace un quiebro, y debemos seguir la ruta unos metros hacia la derecha, después de cruzar por una «pontella»,para caminar ahora por la otra orilla del río…
Allí mismo encontramos un panel grande con mucha información y un mapa sobre el tramo que vamos a hacer ahora: Ponte da Pereira-Muíño da Salgada:
También un bonito poema de nuestra Rosalía de Castro, que queremos reproducir aquí también:
«Pasa, río, pasa, río,
co teu maino rebulir;
pasa, pasa antre as froliñas
color de ouro e de marfil,
a quen cos teus doces labios
tan doces cousas lle dis.
Pasa, pasa, mais non vexan
que te vas ao mar sin fin,
porque estonces, ¡ai, probiñas,
cánto choraran por ti!»
Veréis seguramente un arco vegetal de lo más original pasando por encima de la senda:
Poco después llegaremos a una carretera, así que especial cuidado si vais con niños o perros. La cruzamos y seguimos un poquito más…
Ya solo nos queda visitar «O Muíño da Salgada» y sus inmediaciones:
Después seguiremos caminando un poco más por un monte hasta llegar a una carretera, de nuevo, cuidado con los niños y los perritos! Desde aquí, volveremos al inicio por el mismo camino…
Pero cuando lleguemos al punto donde empezamos la senda, haremos un tramo más, (unos 150 metros), muy corto pero muy interesante: pasaremos por debajo del puente junto al Molino do Picado, para seguir acompañando al río hasta llegar a este punto: O Muíño dos Bernardez/Herdeiro, el cual se puede ver, con precaución, por dentro, y que te sorprenderá:
Este molino tenía en origen tres «moas«, pero en una de sus diferentes modificaciones, se le añadió una más, lo que lo convierte en único en esta zona con cuatro «moas»:
Después de verlo, volveremos al inicio de la ruta.
Y aquí acaba esta pequeña pero interesante senda.
FICHA TÉCNICA:
Señalizada: tan sólo hay que seguir la senda, no hay pérdida.
Ruta lineal
Duración: 1 hora (ida y vuelta)
Distancia: 4’43 kms (ida y vuelta)
Dificultad: baja, muy apropiada para hacer con niños.
Consejos: parad a leer los paneles y los cubos de madera de educación ambiental, aprenderéis muchas cosas sobre fauna, flora y hongos de una manera muy amena y sencilla, sobre todo si vais con niños.
Mapa: